‘Heroes’ empezó su cuarta temporada con un capítulo que nos dejó un sabor agridulce. ‘Heroes’ siempre ha sabido plantear misterios y atmósferas interesantes, pero nunca ha pasado de ahí, nunca ha conseguido sorprendernos de verdad y esta vez tampoco ha sido diferente.
Nada ha cambiado demasiado, el episodio en sí no es para nada especial, es más, la primera hora es algo reiterativa y no es hasta el final que empiezan a plantear el misterio. Además, Samuel, el nuevo villano de la serie interpretado por Robert Knepper – T-Bag en ‘Prison Break’ -, tampoco es tan malo o, como mínimo, no lo que hemos visto de él.
Posiblemente la mejor trama que se ha expuesto en este inicio de temporada es la que protagonizan Matt Parkman y Sylar, es opresiva y perturbadora; pero lo cierto es que tampoco pueden alargarla mucho.
Peter Petrelli ha vuelto a sus orígenes, algo que se agradece. Peter fue posiblemente el personaje más carismático de la primera temporada y su devenir en este capítulo nos ha dado algo de esperanza.
Por otro lado, el resto de personajes cansan un poco: a Nathan ya no le gusta el Sushi –importante ¡eh!- por lo que parece que Sylar aflora; Hiro no para de dar vueltas sobre si mismo, sólo es un espejismo del divertido personaje que una vez fue; y lo más inquietante, Tracy revive, otra vez –¿Cuántas veces han matado ya a los personajes de Ali Larter?-.
Está claro que esta temporada intentarán resucitar, otra vez, el espíritu de la primera, pero deberían conseguirlo pronto, puesto que con el bajón de audiencia que han tenido –un 46% menos que el primer capítulo de la temporada pasada- podría fácilmente ser la última.
De momento no hay nada espectacular en el horizonte, aunque sí muchas promesas, promesas que nunca han sabido cumplir del todo; esperemos que en esta ocasión T-Bag sea diferente y que, por una vez, entren rápido en materia.