Mucho he leído y releído sobre la serie más exitosa en Estados Unidos The Mentalist, tanto en las promos que no se cansa de poner laSexta como en diferentes páginas supuestamente especializadas en televisión. Tantas cosas positivas vi y leí sobre la serie que me sentí prácticamente obligado a verla, y he de decir que después de darle un buen vistazo he de decir, como bien dice el título de la entrada, que no es para tanto.
The Mentalist nos cuenta la historia de un colaborador de un grupo de investigación federal de California (al estilo FBI pero a nivel estatal) con un coeficiente muy superior al normal que se dedica a aconsejar a los investigadores en los casos que tienen entre manos. Se vale de su inteligencia para observar de una manera más eficiente las pruebas que están ahí y manipular a las personas del mismo modo que hacía en su pasado, cuando era un supuesto psíquico que se comunicaba con los fallecidos, y que dejó de hacer cuando un asesino mató a toda su familia por burlarse de él en televisión.
Dejando las cosas claras, la serie de la CBS no es original, tiene inspiraciones claras en series como Monk o Psych y, aunque el personaje tiene bastante carisma, no es tampoco nada del otro mundo. Las historia está bien, el tema general del asesino en serie que le tiene manía es correcto, pero en los capítulos que llevamos emitidos tampoco se ha continuado mucho la historia, ya que únicamente se nos han presentado diferentes casos autoconclusivos por capítulo para conocer así como trabaja el protagonista.
Si, la serie es entretenida y te saca una sonrisa de vez en cuando al ver como hacen las cosas, pero no es la octava maravilla del mundo ni mucho menos. Eso si, dejando a un lado las series que ya tienen alguna temporada detrás, es quizás uno de los mejores estrenos al otro lado del charco, hecho que no deja en muy buen lugar a la industria televisiva estadounidense ciertamente.