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30 de agosto de 2009

Battlestar Galactica: Un final casi perfecto

La reinvención de Battlestar Galactica de Ronald D. Moore terminó hace ya varios meses pero no me había sentado a reflexionar de como esta conclusión encaja en la que probablemente será vista como una de las mejores (o la mejor) series de ciencia ficción de todos los tiempos.

Personalmente fui disfrutando mucho los últimos diez episodios de la serie, los cuales no solo cerraron bien los misterios que nos venían intrigando hacía años sino que también mantuvieron viva la acción, la intriga y el suspenso.

Las actuaciones y los efectos especiales no decayeron en ningún momento y todo se fue acumulando de una manera perfectamente orgánica hacia un final que prometía ser tan apocalítptico como impredecible. Sin duda Moore no decepcionó pero el episodio tuvo un punto en su conclusión que evitó que fuese perfecto.

Me pareció lógico que la flota finalmente llegase a la Tierra y descubriese un hogar en donde establecerse luego de su arduo viaje. También me gustó la resolución del misterio del origen Cylon y la intervención divina. Sin embargo no puedo aceptar el hecho de que la flota haya renunciado a su tecnología para vivir en un estado semi-primitivo.

Personalmente hubiera encontrado mucho más lógico el hecho de que los sobrevivientes y sus tecnologías hubiesen servido como inspiración de los mitos de Atlantis y de dioses de todo el mundo dada sus conocimientos superiores. Hubiese sido extremadamente provocador ver como los arquéologos comienzan a desenterrar un Viper o un Raptor oculto hace miles de años para sorpresa del mundo y luego dejar que cada uno sacase sus propias conclusiones.

Sin embargo Moore no admitió concesiones en su final el cual simplemente borró de un plumazo miles de años de avances y creyó que comenzar de cero sería lo mejor para la raza humana aún cuando esto no probo ser del todo cierto.

Puntaje: 7/10- Un conclusión que prometía ser legendaria pero que se descalabró a último momento. Sin embargo el legado de la serie permanece intacto y aguarda para ser redescubierto por millones en todo el mundo.

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