Que estamos en unos tiempos en los que se impone (o parece imponerse) la necesidad de usar nuevas vías de negocio no es un secreto. Y en la industria del entretenimiento audiovisual cada vez es más común encontrarse con series pensadas para su distribución por internet.
La semana pasada se estrenó el episodio piloto de ‘Pioneer One‘ una serie de ciencia ficción distribuída por internet con la característica de estar hecha con licencia Creative Commons, por lo que cualquier persona puede descargarla, distribuirla y modificarla siempre que cumpla con los términos de la licencia (que en este caso es atribución, uso no comercial, y compartir bajo la misma licencia).
Pero eso no es la última característica de ‘Pioneer One’ sino que nos encontramos con que además es un proyecto ambicioso, demasiado diría yo, y es que los creadores pretenden hacer cuatro temporadas de siete episodios cada una financiadas a través de crowdsourcing, es decir, a través de las contribuciones de la gente. Un modelo de producción bastante novedoso pero interesante a la hora de financiar este tipo de productos.
‘Pioneer One’ es una serie creada por Josh Bernhard y Bracey Smith y protagonizada por James Rich y Alexandra Blatt. El departamento de Seguridad Nacional investiga un brote de envenenamiento por radiación surgido en varias ciudades de EEUU. Lo que parece en un principio un ataque terrorista pronto resultará ser un objeto caído del cielo en cuyo interior hay una persona, enfundada en un traje de cosmonauta ruso que afirmará haber nacido en Marte.
La verdad es que se nota que juegan con un presupuesto algo superior al que se nos tiene acostumbrados con este tipo de series (6000 dólares por episodio). Si nos centramos en la serie en sí nos encontramos con un guión interesante y un comienzo prometedor. Personalmente me pareció algo aburrido ya que no pasa mucho en el episodio, lo que me parece un error ya que se supone que nos tienen que vender, literalmente, la serie.
Eso sí, que sea algo aburrido no quiere decir que sea del todo malo ya que la serie está bien hecha, con la única pega del uso de la cámara. Aunque me gusta el modo “cámara en mano” en este caso el operador tenía demasiado parkinson para esta labor. Por otro lado no vais a ver nada nuevo bajo el sol por lo que solo si el argumento os llama suficientemente la atención os invito a verla.