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27 de marzo de 2013

The Walking Dead: This Sorrowful Life

Advertencia: Esta crítica contiene spoilers

Por más que tratemos de evitarlo, conectarse a Internet hoy en día significa una sobreexposición a la información, misma que a veces resulta contraproducente, al enterarnos sin querer de alguna sorpresa presente en nuestras películas o series de TV favoritas. Me volvió a pasar con The Walking Dead (primero fue con Shane-zombie), y aunque me impactó saber el repentino y cruel final de Merle Dixon horas antes de ver “This Sorrowful Life”, la realidad es que disfruté de todo el episodio sin mayor consecuencia.

Desde el título, que se traduce “Esta vida triste” hasta el teaser que nos entregó “Prey” la semana pasada, era evidente que la crisis moral de Rick y los suyos ante la decisión de entregar o no a Michonne al monstruo que los de Woodbury llaman “Gobernador”. Y venía también al caso cuestionarnos qué pensaría la única persona que estaba recién llegada –y poco bienvenida– en la prisión: el hermano mayor de Daryl Dixon, Merle. “This Sorrowful Life” podría dividirse en tres actos con un ritmo y desarrollo perfectos.

Primero, la lucha moral de Rick Grimes (con una estupenda interpretación de Andrew Lincoln, para variar) y la forma en la que pasa de su extraña dictadura a una actitud democrática para con sus amigos y compañeros de vida. Saber que con Merle tenía un aliado capaz de todo y sin moral alguna (aparentemente) hacía mucho más difícil resistirse a la idea de entregar a la talentosa afroamericana a la gente de Woodbury. Cuando Merle deduce acertadamente que eventualmente Rick se arrepentirá, y después de una ruda conversación con su hermano menor –donde nos queda claro que su adicción a las drogas no ha quedado atrás– Merle decide tomar acción por su propia mano y, por lo menos en apariencia, pretende entregar a la mujer a Phil.

El segundo acto muestra un viaje entre estos dos personajes que, además de una de las mejores secuencias de zombies vistas en la serie, presenta las maravillosas actuaciones de una Danai Gurira más elocuente y “simpática”, junto a un estupendo Michael Rooker que muestra diferentes matices del atribulado personaje. La impecable batalla en el estacionamiento con una Michonne extremadamente capaz aún con ataduras y la reveladora charla entre ambos personajes son el previo perfecto para el gran clímax y conclusión de este episodio. ¿Se nota que el gran Gregory Nicotero dirigió este estupendo episodio? Algunos critican la ausencia de comentarios racistas y actitud menos ofensiva por parte de Rooker, pero ¿han pensado en que hasta los malvados tienen derecho a cambiar su actitud? ¿No vieron Ralph el demoledor?

Y lo mejor: la decisión de Merle de enfrentar no sólo al Gobernador y sus seguidores usando las mismas armas no-muertas del susodicho, sino la forma en la que el guión y Rooker llevan a Merle a la redención. Estoy seguro de que el resultado entre ese uno-contra-uno con Phil habría sido muy diferente, si Merle no hubiera bebido tanto, pero parece que también eso era parte de su plan…

La conclusión de este episodio va más allá del dolor de perder a un hermano (por más desgraciado que éste sea), pues aún con una mínima presencia en el episodio, Norman Reedus muestra en breves segundos sentimientos tan contrastantes que llegan al corazón del más huérfano y solitario de los seres humanos. ¿Qué harían ustedes, si hubieran estado en su lugar y ante ese mismo escenario? Por cierto, y aunque muchos lo han criticado con desdén, les recomiendo que jueguen The Walking Dead: Survivor Instinct (pronto, la reseña), si quieren conocer más sobre el origen y andanzas previas de los hermanos Dixon.

Si pudieramos elegir solo un episodio de The Walking Dead para mostrar a nuestros amigos novatos la grandeza de la serie, “This Sorrowful Life” sería perfecto. Sí, con todo y el spoiler (para ellos).

¿Qué nos aguarda en “Welcome to the Tombs” la semana entrante? Definitivamente, se trata de una batalla final entre humanos y humanos, con zombies en medio. Si la conclusión mantiene la grandeza de esta semana, sin duda podremos dar a la temporada completa una calificación casi perfecta.

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