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29 de enero de 2013

Spartacus: War of the Damned (Crítica)

Volvió Spartacus y lo hizo con todo aquello que los fanáticos deseábamos ver. Nada mejor que comenzar la tercera temporada de Spartacus con mucha sangre romana regando el paisaje, mientras los rebeldes atacan sin clemencia.

Ésta tercera temporada se llama War of the Damned (Guerra de los Condenados) y el primer capítulo nos hace muchas promesas que estoy se cumplirán. Si aún no han visto el capitulo y no les gustan los spoilers, mejor dejar ésta lectura de lado.

Spartacus, el líder rebelde

Durante las temporadas anteriores vimos el esfuerzo de Spartacus (Liam McIntyre) por vengarse de los romanos que lo hicieron esclavo y mataron a su esposa y, en ese camino, se transformó en el líder rebelde que desencadenó una lucha por la libertad de otros sometidos. Ya en el primer capítulo de Spartacus: War of the Damned vemos cómo se desempeña en este papel de líder.

Claro que no faltan las escenas donde se lo muestra al mando de las batallas, derramando sangre a diestra y siniestra, pero lo interesante de ésta temporada es que comenzamos a verlo en su capacidad de estratega, buscando la mejor forma de derrotar al ejército romano con las fuerzas que posee.

Mucho camino han recorrido los rebeldes desde la última vez que los vimos y su número ha aumentado significativamente. Dicha expansión del grupo y la diversidad que se presenta en él, hace con que Spartacus deba pensar más allá de la guerra al enfrentarse con la realidad del campamento. No todos son guerreros, hay madres y niños y, a las puertas del invierno, Spartacus debe buscar refugio apropiado para ellos, así como más comida y ropas.

Muy buena la escena en la que Spartacus habla con Gannicus (Dustin Clare) sobre la idea de que éste sea más que una espada y comience a desempeñar tareas de mando. Es evidente que nuestro rubio preferido sólo quiere mujeres, vino y sangre romana, pero creo que hay espacio para que crezca dentro del ejército rebelde. De todos modos, se prueba como un contrapeso de Spartacus, diciendo algunas verdades que este no reconoce.

Estoy ansiosa por ver esta búsqueda de refugio permanente para los rebeldes, suceso que promete sangre y acción.

Marcus Licinius Crassus, il romano

Finalmente un romano que se toma en serio la tarea de luchar contra Spartacus, dejando su ego de lado y mostrando que será un adversario poderoso y entretenido de ver.

Marcus Licinius Crassus (Simon Merrells) es el romano que se da al trabajo de no subestimar a Spartacus sólo porque en algún momento fue un esclavo. Es un hombre muy inteligente y lo prueba con su entrenamiento en combate y con las estrategias empleadas para llegar al mando de las tropas.

Es un personaje que me cae bien y que ya se ha ganado mi respeto. Esperemos que siga mejorando y que le enseñe a su hijo a ser un poco gente y menos pomposo.

Naevia, rebelde con causa

Mi personaje preferido en toda la serie es Naevia (Cynthia Addai-Robinson); ha logrado superarse ante la adversidad y se transformó en una verdadera guerrera. Comenzó como un personaje frágil, que vivía bajo el cuidado de su Domina para sufrir los peores males en las minas y a manos de los hombres.

Gracias a Crixus (Manu Bennett) se libró de la vida de esclava sexual y ganó un propósito, mantener su libertad y matar a tantos romanos como sea posible. Una buena forma de medir el progreso de Naevia, más allá de lo obvio en el campo de batalla es que, en la temporada anterior, al matar a Ashur (Nick Tarabay) le dijo a Crixus que él tenía razón, que no era fácil decapitar a alguien con un solo golpe, sin embargo en ésta temporada lo hace sin vacilación.

    "You were right. It is no easy thing, to cleave a man's head from his shoulders in one blow."

Una guerrera poderosa que ha dado la vuelta la situación. Espero que siga fuerte y que pueda mostrar su verdadero valor. Muy buena la escena en que hace la emboscada a los soldados romanos.

El caer de L'Aquila romana

Un detalle que me gustó muchísimo en este capítulo es la captura del águila romana por parte de los rebeldes. Como sabrán, cada legión romana marchaba en posesión de un estandarte en forma de águila (Aquila) como símbolo del poder romano y de dicha legión. Perder el águila era un hecho muy grave, por lo cuál cada legión buscaba proteger su estandarte al máximo y no escatimaban recursos a la hora de recuperar un águila perdida.

Al comienzo del capítulo Spartacus roba el águila a un soldado romano y es con ella misma que lo mata. Para mi es muy fuerte la simbología de este hecho que puede parecer mínimo para algunos. Con el mayor símbolo de la legión y del imperio el rebelde derrama sangre romana sin pestañear.

Más adelante en el capítulo vemos que en su tienda Spartacus tiene una vasta colección de águilas romanas como trofeos de guerra. Sin lugar a dudas una prueba de que los meses que pasaron entre la segunda temporada y ésta fueron de mucho trabajo y várias conquistas.

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