Da Vinci´s Demons, la serie de la cadena Starz que ha creado David S. Goyer (artífice de de los guiones de las nuevas entregas de “Batman” como “Batman Begins” o “El caballero oscuro”) ya se ha estrenado en Estados Unidos y lo ha hecho con récord de audiencia.
La serie logró 1.04 millones de espectadores con su primer episodio aunque tras varias emisiones del mismo y contabilizando la audiencia total, se alcanzaron los 2,14 millones de espectadores, anotando así el mejor dato para un estreno en la historia de Starz.
La ficción, centrada en narrar la juventud de Leonardo Da Vinci, al que da vida Tom Riley (Monroe), logró superar al estreno de la miniserie Camelot, que estrenada en 2011 congregó a un total de 2.09 millones de espectadores, así como al final de la tercera y última temporada de Spartacus: War of the damned, que emitido el pasado viernes alcanzó 1,43 millones de espectadores, y 2,7 millones totales tras varias repeticiones.
Da Vinci´s Demons no tardará mucho en estrenarse en España ya que la cadena Fox la estrena este próximo 9 de Mayo. La serie, muestra como a partir de lo que conocemos del personaje, su enorme capacidad creativa como inventor, arquitecto, ingeniero y artista, la serie nos propone un encuentro con un Leonardo de 25 años, en plenitud de sus facultades físicas e intelectuales, torturado por la propia grandeza de su genio. Leonardo se enfrentará a las mentiras de una religión todavía anclada en la Edad Media y se convertirá en un insurgente enfrentado a una sociedad elitista. En suma, un hijo ilegítimo que busca también el reconocimiento de su padre.
Junto a Tom Riley que da vida al personaj principal veremos un reparto formado en su mayoría por jóvenes promesas del cine y la televisión británica, dan vida al resto de personajes de la serie. Es el caso de Laura Haddock (Arriba y abajo), que da vida a la joven Lucrecia Donati; Lara Pulver (True Blood, Sherlock) , como la dama Clarice Orsini; Blake Ritson (Rock and Rolla, Arriba y abajo) como Girolamo Riario y, entre otros, Elliot Cowan (La brújula dorada) como Lorenzo de Medici.
Decir que una serie es de los mejores estrenos de la temporada no es decir mucho. El nivel ha sido bastante decepcionante en términos generales, pero eso también ha favorecido a algunos títulos que sin ser de la mejor televisión del momento sí quedan por encima del nivel general. Uno de ellos es ‘Go On’, comedia de NBC protagonizada por Matthew Perry que estrenó en otoño su primera temporada, que aún no sabemos si será la última, ya que es una de las series en la burbuja.
Perry interpreta aquí a Ryan King, un locutor de radio en programas deportivos que decide estar preparado para volver al trabajo poco después de perder a su mujer. Tras un episodio que le hace ver que quizá aún no lleve tan bien lo de ser viudo, decide acudir al grupo de terapia al que le habían forzado asistir en un principio. Allí conocerá a un grupo variopinto de personajes que poco a poco se transforman en el centro de su vida. Esto es mi repaso a las impresiones de la primera temporada de la serie, pero no hay ningún spoiler.
El grupo de terapia
Algunos llegaron a catalogar ‘Go On’ como una ‘Community’ con pintas, algo con lo que no podría estar más en desacuerdo. Cierto es que el grupo de terapia lo forman un puñado de personajes excéntricos e imposibles con una química especial, pero ahí queda toda posible comparación. ‘Go On’ es una sitcom tradicional que si se parece a alguna comedia actual sería a la ‘Cómo conocí a vuestra madre’ de los últimos años: una dramedia que sabe equilibrar los momentos más tiernos y tristes con los más cómicos o absurdos.
Porque sí, una de las peculiaridades que tiene ‘Go On’ es la tristeza que subyace siempre de todas sus tramas y de sus personajes principales, una tristeza que a veces sacan a la superficie y consigue conmover. El grupo de loquitos es sin duda lo que mejor funciona de la serie y lo que me ha mantenido pegada a ella. El universo de la radio, tanto tramas como personajes, no funcionan con el resto de la serie, no interesan y los propios guionistas se fueron dando cuenta de ello y poco a poco lo han ido dejando más de lado y sólo para momentos puntuales.
Matthew Perry, una excusa más que un protagonista
¿Es Ryan King un Chandler con pintas? No. Tiene ese punto de comicidad por patetismo y una ironía similar, pero el personaje se aleja mucho de aquel que puso a Perry sobre el mapa. El problema es que éste sí cree que está haciendo un Chandler, actúa como si fuese el alma de la fiesta y realmente está tratado como poco más que una excusa para que podamos disfrutar las posibilidades del resto.
Cualquier trama que protagonice Anne (genial Julie White) en cualquier grado de presencia se come a Ryan King y sus dilemas de viudo. La loca de los gatos, la asiática con problemas de presión social o incluso el científico cortito se hacen con la serie en cuanto tienen la oportunidad, y sólo la terapeuta queda a la altura de interés limitado del personaje de King.
Una serie con posibilidades de crecer
‘Go On’ no es la mejor comedia del momento. No es la más divertida ni la más entrañable (de ambas cosas son mil veces mejor ‘Parks and Recreation’ o ‘Raising Hope‘) pero sí es una serie que ha sabido mejorar, ha identificado sus puntos fuertes y los ha ido explotando poco a poco e incluso cambiando la dinámica de los episodios, consiguiendo un último tramo mucho más sólido.
También ha jugado a su favor esa posibilidad abierta que ofrece el personaje de Perry como soltero de oro: los cameos de los ligues que se ha ido echando le daban un aire fresco (Lauren Graham, Piper Perabo y Courtney Cox han sido algunos) y provocaban situaciones interesantes con el resto de personajes. De nuevo, en raras ocasiones se trataba tanto de él como de ellas o del resto.
Poco a poco hemos ido conociendo el punto tierno y el punto divertido de los personajes de ‘Go On’, que en varias ocasiones coinciden, pero aún queda mucho espacio para que sigan explotando sus posibilidades. Al igual que en ‘Modern Family’ van testeando las diferentes dinámicas de sus personajes, formando parejas que comparten trama y de esta forma consiguiendo que la química no se queme, ‘Go On’ debería buscar más ese tipo de combinaciones que aprovechen las diferencias y similitudes de sus personajes, sobre todo de aquellos que tan olvidados ha tenido. Aunque esto será si consigue volver el año que viene.
Pocas semanas han pasado después de ver la season finale de la tercera temporada de The Walking Dead, un desenlace que ha tenido a sus adeptos y a sus detractores. Mientras tanto los planes de la serie avanzan pasito a pasito, y ya anuncian la continuación de cuatro personajes como regulares en la siguiente temporada que emitirá AMC en otoño.
El Gobernador continuará en la cuarta temporada
De esta forma sabemos que The Walking Dead regresará al menos con la confirmación de cuatro personajes que hemos podido ya ver en la ficción y que serán transformados en regulares. No sorprende por ejemplo que El Gobernador (David Morrissey) permanezca como regular en la cuarta temporada de la serie puesto que ha sido un pilar fundamental de la tercera.
David Morrissey había firmado en un principio para una sola temporada (la tercera), sin embargo se ha convertido en el villano favorito de Rick, y parece que el nuevo showrunner quiere continuar esta historia. Es por eso que El Gobernador estará en los nuevos capítulos para enfrentarse de nuevo al grupo de supervivientes que siguen en la prisión.
Otro personaje que hemos visto tanto en la segunda como tercera etapa de The Walking Dead es Beth (Emily Kinney). Tras su salida de la granja, la hija pequeña de Herschel ha ganado cierto protagonismo que se incrementará en la nueva temporada de la serie ya que la actriz Emily Kinney también será regular y aparecerá en la mayoría de episodios de lo que están por llegar. ¿Se concretará algún encuentro con Rick?
Tyreese y Sasha regresan como regulares en la nueva etapa
Dos de los personajes a los que tal vez el público no ha prestado mucha atención en la televisión, y que sin embargo tienen bastante protagonismo en los comics, son Tyreese y Sasha. Aunque les hemos visto cambiando de bando continuamente porque no saben ni lo que quieren ellos mismos, lo único cierto es que los actores también se dejarán ver en la cuarta temporada de The Walking Dead.
Chad L. Coleman llegaba para interpretar a Tyreese, uno de los apoyos principales de Rick en la ficción y muy querido por los lectores y a su lado estaba su hermana Sasha, (Sonequa Martin-Green) actriz a la que actualmente también podemos ver en la ficción Once Upon a Time como Tamara, la novia misteriosa de Neal.
¿Qué les parece el ascenso de estos personajes a regulares en la cuarta temporada de The Walking Dead?
En breve comenzará a rodarse para la cadena Showtime, la séptima temporada de Californication y que anuncia ahora el fichaje del actor Michael Imperioli.
El actor será uno de los nuevos personajes recurrentes en la serie que protagoniza David Duchonvy. Su papel será el de Rick Rath, un productor de televisión de la vieja escuela que jugará un papel clave en la que será última aventura de Hank (David Duchovny). La séptima temporada de Californication tendrá 12 episodios y se emitirá en 2014.
Imperioli al que hemos visto en infinidad de series como Law & Order, Life On Mars y Detroit 187, es quizás más recordado por haber interpretado a Christopher Moltisanti en Los Soprano.
Además acaba de trabajar en el film The Call junto a Halle Berry y lo hará además en el remake de Oldboy, la nueva película del director Spike Lee.
Aunque parezca mentira, cadenas jóvenes que necesitan audiencia de cualquier manera también cancelan series y The CW es una de ellas. Su víctima ha sido ni más ni menos que ‘Cult‘, una ficción que nunca levantó cabeza en cuanto audiencias y mucho menos en calidad ya que, como os comentamos por aquí la serie era un auténtico bodrio.
Las razones de esta cancelación son más que obvias: la audiencia no ha respondido. The CW intentó que la serie atrajera a más audiencia moviéndola a los viernes pero ni por esas, ya que el último episodio de la serie consiguió un paupérrimo 0.2 de share, un dato que ni The CW se puede permitir tener a estas alturas de la película.
La serie tiene ahora mismo seis episodios sin emitir pero parece que la cadena no tiene intención ninguna en emitirlos. Un posible momento sería verano, época en la que las cadenas no suelen tener demasiada programación y aprovechan para meter relleno, pero lo cierto es que la serie es tan mala que los seis episodios que quedan podrían acabar fácilmente en un cajón que nunca se va a abrir. Si alguno disfrutaba de ‘Cult‘ mis condolencias por la cancelación, pero lo cierto es que la parrilla americana está mucho mejor sin la ficción en ella.
Ya vamos por el tercer episodio de Bates Motel y por ahora la precuela de Psicosis sigue manteniendo la misma tensión y el buen hacer que observamos en el capítulo piloto. Si continúa por este camino puede convertirse en una serie bastante buena, pero primero analicemos lo que han dado de sí estos nuevos minutos de imágenes inéditas.
Los problemas de Norman y el secreto de Shelby
El tercer capítulo de Bates Motel que tiene por título What’s Wrong With Norman no deja mucho a la imaginación, ya que se centra en esa misma cuestión (Norman). Al parecer los dibujos del cuaderno y el encuentro con el cobertizo de los dibujos han podido causar algún tipo de mal en el muchacho, que cayó desmayado en medio de un examen. Todavía no han dado respuesta a lo que le ocurre… ¿es algo físico o psicológico?
Al mismo tiempo el sheriff Romero (Nestor Carbonell) pone patas arriba la casita de los Bates en busca de alguna pista de la desaparición de Keith. Norma (Vera Farmiga) está tranquila, limpiaron a conciencia toda la sangre, pero Norman se guardaba un as en la manga: había guardado el cinturón de Summers antes de lanzarlo al agua. Y la pregunta es ¿por qué? ¿por qué ha hecho eso? Se lo cuestiona él y su propia madre, y la contestación también sigue en el aire.
Shelby (Mike Vogel) encuentra el cinturón en casa de los Bates y lo guarda en secreto. Norma querrá hacer todo lo posible para mantenerle en silencio, aunque no sabe que el agente tiene más de una confesión que hacer. Norman (Freddie Highmore) se cuela en su hogar para recuperar el objeto y descubre algo que no esperaba: una chica china escondida en una habitación del sótano. ¿Es Shelby el autor/causante de las viñetas del cuaderno? Bueno e inesperado giro.
El nuevo trabajo de Dylan
El hermano perdido que regresó en el anterior episodio de Bates Motel tiene un nuevo trabajo. Dylan (Max Thieriot) podría meterse en problemas al encargarse de la vigilancia de la plantación de marihuana que Norman y Emma (Olivia Cooke) vieron por error cuando buscaban el cobertizo en la montaña.
Además hemos sabido que la trama de los quemados tiene una rara conexión. Recordemos que alguien quemó a Jerry (no sabemos quién) y después apareció otro hombre en llamas en el centro del pueblo; ahora sabemos que quién prendió a Jerry lo hizo para enviarle un mensaje y el otro hombre fue la represalia de los anteriores. Ojo por ojo y diente por diente, como se suele decir. La venganza está servida.
El próximo 30 de Junio vuelve a la cadena Showtime el asesino favorito de la televisión, ya que se estrena en Estados Unidos la octava temporada de Dexter, y de la que ahora ya podemos mostraros un primer avance.
Lejos de mostrar imágenes de los nuevos episodios, que se están rodando todavía actualmente, el adelanto de esta octava temporada es de lo más artístico ya que a partir de una gota de sangre vemos como se acaba formando un dibujo ensangrentado que resulta ser la cara del protagonista.
Por otro lado, el avance nos permite escuchar además, la voz del actor Michael C. Hall que interpreta a Dexter, y que dice: “Siempre he sido un monstruo ordenado, pero ahora la verdad comienza a derramarse, y demasiada gente ha visto la imagen al completo. Estoy perdiendo el control, y lo único que se con seguridad es que no va a ser bonito”.
Tal y como dice entonces el personaje, parece que esta temporda, que se rumorea además que podría ser la definitiva, promete momentos en los que quizás veamos como el “monstruo” de Dexter aflora de manera definitiva y quizás acabe perdiendo el control de un modo que jamás se hubiera esperado.
