Los problemas de Norman y el secreto de Shelby
El tercer capítulo de Bates Motel que tiene por título What’s Wrong With Norman no deja mucho a la imaginación, ya que se centra en esa misma cuestión (Norman). Al parecer los dibujos del cuaderno y el encuentro con el cobertizo de los dibujos han podido causar algún tipo de mal en el muchacho, que cayó desmayado en medio de un examen. Todavía no han dado respuesta a lo que le ocurre… ¿es algo físico o psicológico?
Al mismo tiempo el sheriff Romero (Nestor Carbonell) pone patas arriba la casita de los Bates en busca de alguna pista de la desaparición de Keith. Norma (Vera Farmiga) está tranquila, limpiaron a conciencia toda la sangre, pero Norman se guardaba un as en la manga: había guardado el cinturón de Summers antes de lanzarlo al agua. Y la pregunta es ¿por qué? ¿por qué ha hecho eso? Se lo cuestiona él y su propia madre, y la contestación también sigue en el aire.
Shelby (Mike Vogel) encuentra el cinturón en casa de los Bates y lo guarda en secreto. Norma querrá hacer todo lo posible para mantenerle en silencio, aunque no sabe que el agente tiene más de una confesión que hacer. Norman (Freddie Highmore) se cuela en su hogar para recuperar el objeto y descubre algo que no esperaba: una chica china escondida en una habitación del sótano. ¿Es Shelby el autor/causante de las viñetas del cuaderno? Bueno e inesperado giro.
El nuevo trabajo de Dylan
El hermano perdido que regresó en el anterior episodio de Bates Motel tiene un nuevo trabajo. Dylan (Max Thieriot) podría meterse en problemas al encargarse de la vigilancia de la plantación de marihuana que Norman y Emma (Olivia Cooke) vieron por error cuando buscaban el cobertizo en la montaña.
Además hemos sabido que la trama de los quemados tiene una rara conexión. Recordemos que alguien quemó a Jerry (no sabemos quién) y después apareció otro hombre en llamas en el centro del pueblo; ahora sabemos que quién prendió a Jerry lo hizo para enviarle un mensaje y el otro hombre fue la represalia de los anteriores. Ojo por ojo y diente por diente, como se suele decir. La venganza está servida.
