-

5 de abril de 2012

'Juego de tronos' regresa subiendo aún más el listón

Si pensábais que la primera temporada de ‘Juego de tronos‘ fue grande en cuanto a cantidad de personajes, de escenarios y de tramas, esta segunda va a subir el listón todavía más. La muerte del rey Robert y, después, de Ned Stark es el detonante de esa guerra de los Cinco Reyes, ese enfrentamiento entre todos los que pretenden reclamar el Trono de Hierro para sí porque creen que Joffrey no es el legítimo heredero. Cada bando tiene no sólo sus propios reyes, sino también sus propios enemigos y sus propios aliados, y todos ellos expanden un poco más el mundo recreado por la serie a partir de los libros de George R.R. Martin.

El primer episodio de la segunda temporada tiene mucha presión sobre sus figurados hombros. Las expectativas son todavía más altas, si cabe, que cuando la serie se estrenó, y tiene que situarnos no sólo acerca de dónde están los personajes que ya conocemos, sino que también debe presentarnos a los nuevos jugadores. Por ahora, la premiere opta por no apabullar en ese aspecto (el de los personajes nuevos) y sólo nos da las primeras pinceladas de dos de esos bandos que hasta ahora no conocíamos: el salvaje Craster, que ayuda a la Guardia de la Noche en su exploración más allá del Muro, y la corte de Stannis Baratheon en Rocadragón.

Los Cinco Reyes

Rocadragón era, tal vez, el lugar que podía descolocar más a los nuevos espectadores, pues aunque se habló mucho de Stannis en la primera temporada, no lo habíamos visto hasta ahora. Da la sensación de ser el “rey” con una pretensión más sólida, como si dijéramos, al Trono de Hierro, y en apenas un par de pinceladas nos damos cuenta enseguida del tipo de hombre que es. También conocemos a esa misteriosa mujer que impulsa a Stannis a ir a la guerra, Melisandre, la sacerdotisa del Señor de la Luz, que con su maniobra de quemar a los “viejos” Siete Dioses ya nos da a entender que no se va a andar con chiquitas, y nos presentan a un muy reservado Davos, del que por el momento sólo sabemos que tiene en muy alta estima su lealtad a Stannis.

‘Juego de tronos’ hace bien en detenerse sólo en Rocadragón, en cuanto a escenarios completamente nuevos, en su estreno de la segunda temporada, porque el capítulo cubre ya tanta trama y tantos personajes, que intentar mostrar a todos los nuevos habría sido excesivo. Utilizando como nexo de unión entre muchas de esas historias el cometa rojo que aparece en el cielo (augurio de dragones, según le cuenta Osha a Bran), el episodio va pasando de una a otra de un modo muy fluido que muestra que David Benioff y D.B. Weiss y Alan Taylor en la dirección están ya muy seguros de sus capacidades para contar una historia tan expansiva como ésta. Eso obliga a que pasemos muy poco tiempo con Daenerys, por ejemplo, que se encuentra en una situación muy desesperada en medio del desierto, y que los minutos que vemos a Robb sirven para poner en movimiento un par de tramas que veremos un poco más adelante, centradas en Catelyn y en Theon Greyjoy.

La importancia de Tyrion

A ‘Juego de tronos’ le ha venido muy bien que en ‘Choque de reyes‘, el libro que toman como punto de partida, Tyrion Lannister adquiere mucha más importancia al trasladarse a Desembarco del Rey para ser la Mano de Joffrey. Tras haber ganado el Emmy y el Globo de Oro al mejor actor secundario, Peter Dinklage se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles de la serie, y este nuevo y expandido rol de su personaje aún va a otorgarle más reconocimiento. Joffrey es un rey niño despreciable del que hasta su madre se da cuenta que puede ser un error mantenerlo en el trono, pero al mismo tiempo, Cersei no va a dejar que nadie mine su poder, como bien le demuestra a Meñique. Que se vea obligada a soportar a Tyrion como Mano del Rey va a resultar muy interesante de ver ya sólo por la tensión y las chispas que saltan en esa escena que comparten los dos hermanos.

Esta primera inmersión en la segunda temporada de ‘Juego de tronos’ confirma que el nivel ascendente de la mitad final de la primera entrega se va a mantener y, con un poco de suerte, hasta incrementarse. El capítulo va directamente al meollo de muchas de las historias, dando las explicaciones justas en cada momento, y se mueve a buen ritmo. Sus personajes siguen estando retratados con muchas facetas (excepto Joffrey, que directamente es cruel y malvado) y en lo que parece haberse dado cierto salto cualitativo es en cómo luce todo el trabajo de ambientación y decorados en pantalla. Visto en pantalla grande, este ‘The North remembers‘ tenía todo el aspecto de una película y mostraba una gran confianza en sí misma de la serie como ente independiente de los libros que adapta. Veremos qué augurios nos trae el cometa rojo.

Archivo del blog