‘The Office’ ha sido una de las comedias que, lógicamente, la NBC no ha dudado en renovar para el próximo año. Y digo lógicamente porque, pese a que lleva ya seis temporadas a sus espaldas, sigue siendo una de las series que mejores datos de audiencia consigue en la franja de espectadores adultos entre 18 y 49 años, la que importa a los anunciantes. Con una nueva temporada ya asegurada por delante para el próximo otoño, no parece que vayan a ser las audiencias la que decidan su destino.
En una reciente entrevista, Steve Carell (uno de los protagonistas, que da vida al indescriptible Michael Scott) ha dejado caer que la temporada que dará comienzo a finales de año podría ser la última en la serie para él, puesto que se acaba su contrato y no está muy interesado en renovarlo (en sus propias palabras, “probablemente será su último año”). ¿Estrategia de negociación, al estilo Charlie Sheen, o cansancio haciendo la serie? Yo apostaría más por lo segundo, viendo los años que lleva y su cada vez más importante carrera cinematográfica. La cuestión es, ¿podrá sobrevivir la serie sin él?