Como buen seguidor de Joss Whedon que soy, al saber que que volvía a la televisión con ‘Dollhouse‘ me froté las manos ante el buen producto que se veía venir, tanto por la temática que parecía realmente atractiva como por tener al gran Whedon detrás de las cámaras impartiendo su genialidad.
No sé si fue la alta expectación que generó la serie o la influencia de la Fox como se dicen en muchos lados, pero ‘Dollhouse’ no comenzó como se esperaba, sus capítulos no pasaban mucho más de ser una procedimental del montón con el handicap de tener una protagonista, Echo, que cambiaba de personalidad en cada capítulo con lo que no podíamos ni identificarnos con ella ni generar ningún sentimiento ya que, aunque el “modo muñeca” era realmente asertivo, no era lo suficientemente fuerte para conectar con el público.