Parece que poco a poco ha ido cesando la fama de Charlie Sheen, recordemos que todo comenzó cuando éste arremetió contra Chuck Lorre cuando estaba en terapia por los problemas que tiene con los excesos. Desde ese entonces Charlie Sheen se ha consolidado con enorme fama, tanto en la vida real como en las redes sociales, ¡era todo un fenómeno! — ya llevamos como dos semanas en las que el hombre que se encuentra #WINNING ha dejado de causar tanta conmoción, el efecto del bochorno de Charlie Sheen ha dejado de ser noticia de primera mano y ahora realmente se comienzan a estudiar posibilidades reales de reemplazo y posibles nuevos trabajos. En lo personal me importa poco lo que vaya a hacer Sheen en el futuro, el hombre está dañado… pero como fanática de Two and a Half Men, es de mi atención primordial lo que vaya a pasar con la sitcom de la CBS.Ya hemos argumentado al respecto… ¿Cómo continuarían la serie sin Sheen? — la opinión general se pronuncia a favor de a cancelación puesto que Charlie Harper era el principal personaje de la historia, la parte medular de la sitcom. Ahora por fin Chuck Lorre habla al respecto, dando un enorme paso a favor de la continuidad de la serie sin Charlie Sheen. Se ha comunicado que el nuevo énfasis que tomará Two and a half Men en lo que sería su novena temporada, será completamente en el personaje de John Cryer, hablamos de Alan Harper, quien por ocho años ha sido la parte complementaria del protagonista. Entre Alan y un nuevo personaje que aún se tiene que fichar y presentar su historia, deberían sacar al aire la serie sin mayor contratiempo. Lo que ha dicho Lorre es que el canal no escatimaría en gastos y hará todo por que la serie siga triunfando, con todo y sin Charlie Sheen y el morbo que esto representa.
Opino que Two and a Half Men triunfará en los primeros episodios de la novena temporada con esta premisa antes mencionada, pero no por méritos propios sino por el morbo que representa por todo lo sucedido. Ya después de ello, dependerá del guión nuevo en mantener la audiencia, algo que se antoja muy difícil de lograr porque hay que aceptarlo, es complicado mantenerse al aire sin su principal figura; ejemplos sobran.