Glee en su primera temporada alcanzó millones de fanáticos alrededor del planeta, todo por una mezcla soberbia entre talento artístico, coreográfico y una buena planeación musical. Como nuevo producto, todo lo que hiciese le iba a redituar de buena manera por lo que para la segunda temporada (y así consecutivamente) ahora tienen la enmienda de mejorar y superarse a sí mismos para seguirnos sorprendiendo y marcar la pauta como una buena serie, y no sólo como una producción que sólo goza de fama momentánea. Soy Gleek y aún espero mucho de esta serie.Los personajes recurrentes en Glee han venido bien a la historia, y por ello Ryan Murphy ha querido premiarlos primero promoviendo a Heather Morris y Naya Rivera que dan vida a Brittany y Santana, y hoy haciendo lo propio con Harry Shum Jr. que en la primera temporada tan sólo se dedicó a imprimir buenos pasos de baile y nada más, siempre pasó desapercibido. Todo cambió en el inicio de esta segunda temporada, cuando nos enteramos que Tina había terminado su relación con Artie, y comenzaba a salir con Mike que era más conocido por “ser el otro chico asiático”.
Con esto debemos esperar más énfasis en la historia de Mike y sobre todo en la relación con Tina, y eso ha quedado claro ya que por primera vez lo escuchamos cantar (¿o rapear?) en capítulos recientes. Bien por Glee que sabe premiar a los que hacen las cosas como se debe.