El esquema del programa es bastante sencillo: el artista en cuestión comenzará recabando toda la información posible a través de sus familiares para luego ayudarse de expertos en genealogía y, así, llegar lo más atrás posible en la búsqueda de sus ancestros. Para ello, viajará a lo largo y ancho del país (y del mundo), conociendo lugares en los que sus antepasados desarrollaron sus vidas.
Parte del atractivo de este programa se encuentra en el hecho de tratar momentos históricos recientes desde dentro, en primera persona, con historias individuales de personas que fueron partícipes de esos eventos. Por ejemplo, en este primer capítulo con Sarah, el programa nos lleva hasta el “Gold Rush” de California a mediados del siglo XIX y, aún más atrás, a la psicosis de Salem por la brujería a finales del siglo XVII, donde un familiar de la actriz fue acusado de practicar artes oscuras.
Y, al parecer, en capítulos posteriores se tratarán temas como el esclavismo, la guerra civil o la exterminación judía. El programa consigue trasladar al espectador las ganas de saber qué ocurrió con estas personas en esos históricos momentos, manteniendo un halo de misterio que poco o nada tiene que envidiar al argumento de algún drama procedimental.
La emisión de las imágenes se alterna con gráficos que permiten seguir el árbol genealógico, así como con fotografías y pinturas que ilustran el contexto histórico en el que nos movemos. La imagen está cuidada al detalle, con planos al aire libre realmente atractivos y con una música de fondo que llama,y de manera muy acertada, a la sensibilidad del espectador. Lo único prescindible fueron las constantes muestras de patriotismo, con frases como “Me encanta ser americana“, “Creo en América“ o “Ahora realmente siento que soy americana“, tan repetidos como innecesarios.
Las siguientes entregas tendrán como protagonistas a personajes como Susan Sarandon, Lisa Kudrow (que además es productora del programa), Matthew Broderick o Brooke Shields. Realmente no soy muy dado a seguir programas de este estilo, y mucho menos de la televisión norteamericana, pero la sensación que me ha dejado esta primera emisión hace que quiera seguir viendo el resto de entregas, a la espera de que un formato similar aterrice en nuestro país y trate nuestra propia historia y cultura. No me digáis que no sería interesante…