
La razón de esta cancelación es la habitual: las malas audiencias. Al haberse estrenado en verano, era lógico esperar unas cifras bastante inferiores a las que presentan las series de la temporada otoñal, pero las audiencias de Swingtown eran demasiado bajas. La temática, bastante arriesgada para una cadena como la CBS que suele ir a lo seguro, tampoco llegó a convencer a los críticos, y la verdad es que no me extraña.
En el lado opuesto tenemos a Flashpoint, una serie de origen canadiense que la CBS también estrenó en época estival y que, tras unos estupendos datos en su corta primera temporada, ahora ha comenzado su segunda temporada en pleno primetime de los viernes. Si comparamos las audiencias de ambas, Flashpoint podría considerarse un auténtico exitazo.
En definitiva, y aunque casi toda cancelación es una mala noticia, el hecho de que la cadena haya decidido dar carpetazo a Swingtown no sorprende a nadie. En general, la CBS está siendo la mejor cadena de la temporada en lo que a cifras de audiencia se refiere, con el éxito de The Mentalist y Eleventh Hour, la consolidación de sus comedias y la estabilidad de sus infinitos procedimentales (CSI, Sin Rastro, Numb3rs…). Swingtown, simplemente, nunca llegó a encajar.